Psicomotricidad y TDAH

Rehabilitación psicomotora y TDAH

Te contamos cómo la psicomotricidad puede ayudar a niños con TDAH y mejorar sus síntomas básicos: hiperactividad, impulsividad y déficit de atención. Explicamos también cómo formarse en esta disciplina en la EIPS.

TDAH

El TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico que se suele asociar con otros trastornos: aprendizaje, sueño, ansiedad y el trastorno negativista desafiante.

El diagnóstico se realiza gracias a diversas valoraciones médicas.

El TDAH tiene diferentes repercusiones en el funcionamiento diario del niño y su vida escolar. Afecta a cuatro aspectos:

• Cognitivo: inatención, desorganización, impulsividad, mala gestión del tiempo, …
• Emocional: inestabilidad emocional, baja tolerancia a la frustración, impaciencia, …
• Social: desinhibición, retraimiento social, juicio social débil, ..
• Motor: agitación excesiva, hiperactividad, dificultades de coordinación motora, …

El psicomotricista

El psicomotricista especializado en trastornos del comportamiento, es un profesional que trabaja con niños con TDA, TDAH o con una inhibición motriz para mejorar su funcionamiento diario.

Los psicomotricistas con su intervención psicomotriz permiten que el niño maneje mejor:

• Sus emociones
• Su impulsividad

El psicomotricista evalúa las capacidades sensoriomotoras y cognitivas del niño y mide el impacto del TDAH en su estilo de vida en relación con su entorno. Por ejemplo:

• En casa, ¿participa en ordenar su habitación? ¿Se lava bien todas las partes del cuerpo?, ¿Influye el TDAH en su comportamiento con sus hermanos? ¿Cómo se comporta en la mesa?…
• En clase: ¿el niño logra escribir de manera legible, rápida, mientras comprende su lección?, ¿mantiene el ritmo de sus compañeros de estudios?…

Con todos los datos recogidos, el psicomotricista inicia la intervención psicomotriz.

Durante todo el proceso será el guía de los padres y de la escuela. Lo trabajado en las sesiones será transferido al ámbito familiar, social y escolar del niño para conseguir una evolución real en el día a día.

La intervención psicomotriz

Pero ¿cómo se trabaja?.

Los objetivos de la intervención psicomotriz son entre otros:

• Definición de la figura corporal tomando conciencia de sus posibilidades y limitaciones.
• Autopercepción y representación del esquema corporal global y de sus partes.
• Juegos rítmicos con movimientos de desinhibición e inhibición.
• Toma de conciencia de las acciones corporales, posturales y gestuales más comunes ampliándolas, exagerándolas y dramatizándolas.
• Trabajar recíprocamente la destrucción y la construcción de expresiones, gestos, movimientos, materiales o situaciones.
• Adecuar los tiempos de acción-reacción.
• Contrastes entre sonido- silencio, movilidad- inmovilidad, suavidad-intensidad.
• Exploración, investigación y adecuación de ritmos gestuales y cinéticos como límite al impulso motriz.
• Trabajar la concentración en movimientos determinados de equilibrio estático y dinámico con precisión.
• Desarrollar cinéticamente y mediante la dramatización el paso de la torpeza motriz a la lentitud y de esta a la precisión.
• Favorecer la modulación postural y tónica relajada utilizando el contraste entre ruido-silencio, movimiento-inmovilidad, tensión-distensión en la prensión, el gesto o la postura.
• Modular los cambios tónicos de tensión o crispación mediante la conciencia del modo de actuar ante la excitación o sobrecarga motriz.
• Crear narraciones ordenadas y con sentido en el juego simbólico.
  Flexibilizar y adaptar las acciones de los personajes a los diferentes contextos sociales de acuerdo a los juegos simbólicos que puedan aparecer.
• Utilización de materiales que favorezcan la expresión emocional de enfado, rabia, vergüenza, culpa, tristeza o alegría.
• Desarrollar la relajación haciendo consciente al niño del nivel ansiedad, fatiga o nerviosismo.