EIPS estuvo en el Congreso Internacional AMEI-WAECE
Congreso Internacional “Por la Excelencia de la Educación de 0 a 3 años”
Los días 7 y 8 de mayo se celebró en Madrid el Congreso Internacional “Por la Excelencia de la Educación de 0 a 3 años”, organizado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE).
Emilio Ginés Morales Cañavate, director pedagógico de la EIPS, fue uno de los ponentes de este congreso, que tenía como objetivo prioritario seguir concienciando a centros educativos, maestros e instituciones sobre la gran importancia de una adecuada educación desde los primeros años, así como ofrecer herramientas y estrategias a los maestros y educadores para que puedan ayudar a que los niños y niñas alcancen su máximo potencial.
El reino del psicomotricista, maestro, educador, en estas edades se centra y toma forma en las experiencias corporales, gestuales, vivenciales del niño en sus primeros años de vida, y para ello no pudo representarnos otra persona con mayor bagaje en estas etapas como ha sido nuestro director pedagógico. Entre muchas cosas destacables de su intervención, resaltamos lo que ha significado, significa y significará la Psicomotricidad en la Escuela Infantil.
Si empezó hablando de Alicia en el País de las Maravillas, como la aventura de cualquier niño de conocerse, diferenciarse y saber quién es a través de los demás; siguió llevándonos por las distintas situaciones de juego y relación, desde el vientre materno hasta la creación de su propia identidad como un ser diferente a la madre, donde se hace estrictamente necesario en el desarrollo de cualquier infante, la sensoriomotricidad, los proyectos motores, la importancia de los objetos y de la imitación, así como la relevancia de un juego pre simbólico y simbólico donde poder entender la realidad que le toca vivir en sus contextos más cercanos.
En su parte final, destacar la necesidad y la aventura del maestro y los padres, de entender, atender y creer en lo que los niños nos dan y brindan como creatividad en sí misma, y como tal, acogerlo para enriquecerlo y devolverlo y así seguir en un proceso donde se ayude a conferir las bases del futuro de esa persona, como también sus fortalezas, para que puedan afrontar los vaivenes de la propia existencia.
Un gran reto en nuestras manos como profesionales de la Psicomotricidad en íntima colaboración con la familia.